SECTOR ELÉCTRICO

Ribera fracasa en perjuicio de la industria española: Francia y Alemania tendrán una energía más barata

La energía en España se encarecerá tras al acuerdo eléctrico en la UE propiciado por Ribera

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Ribera no ha conseguido frenar la energía producida a través de los combustibles fósiles

La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha abdicado  de todos sus principios y ha logrado un consenso inicial sobre la reforma del mercado eléctrico que sacrifica los intereses de la industria nacional en favor de las empresas de Francia y de Alemania, que en el futuro contarán con unos precios de la energía más baratos, según fuentes del sector consultadas por OKDIARIO.

Ribera no ha conseguido frenar la energía producida a través de los combustibles fósiles -que era su programa de máximos-, ni tampoco abrir un espacio para la intervención política en el mercado -como deseaba- ni por supuesto acabar con el sistema marginalista -por el que la energía más competitiva en precio es la que acaba marcando el coste final de la luz para el consumidor-.

A cambio de sentar la base de un acuerdo sobre la reforma eléctrica, que todavía tiene que ser aprobado por el Consejo Europeo y validado por el Parlamento de Estrasburgo, ha renunciado a todas sus posiciones maximalistas y ha comprometido el futuro de la industria nacional, que por primera vez estaba pagando una energía más barata fruto de la expansión de las renovables en nuestro país, pero que ahora tendrá que competir con fuentes de energía subvencionadas tanto en Francia como en Alemania.

El pacto alcanzado entre los dos grandes, propiciado por la ministra Ribera, permitirá al Gobierno de París seguir subvencionando a sus nucleares -las nuevas plantas y las antiguas- a cambio de que sea la Comisión Europea la que supervise estos contratos, que era una exigencia ineludible para Alemania. El Ejecutivo de Berlín, por su parte, obtiene vía libre para favorecer a sus compañías con un paquete de 50 medidas fiscales dirigidas a mejorar el crecimiento y la competitividad de las empresas, cuyo impacto se cifra en 32.000 millones de euros.

Ambos países han logrado salvar sus industrias nacionales buscando proporcionar electricidad al menor coste, mientras el Gobierno español -que ostenta este semestre la Presidencia rotatoria de la UE- ha pasado de ser el gran precursor de la reforma del mercado eléctrico europeo a un simple árbitro entre las dos potencias, perdiendo una gran oportunidad para defender unos precios de la energía eléctrica que por primera vez en España serán los más bajos de la Unión Europea gracias a la masiva instalación de plantas de energía renovable que sería clave para el crecimiento y el mantenimiento de la industria española.

Ribera, Energía
Emmanuel Macron.

La realidad es que el papel de la Presidencia española se ha reducido a decidir cómo Francia y Alemania pueden seguir subvencionando los precios de su electricidad para mantener la competitividad de sus industrias y todo ello en detrimento de España, que gracias a las energías renovables tendría precios más baratos en el mercado, añaden los medios consultados.

No en vano, ambos países están adoptando medidas de apoyo a su industria que lastran la competitividad a las empresas españolas, ya sea por la vía de la intervención del precio de la luz, como es el caso planteado por Francia, donde el mercado está en manos de la empresa pública EDF, o mediante las citadas medidas de apoyo en Alemania.

Ribera y la energía renovable

Históricamente, los precios de la electricidad en España han sido más caros que en las dos primeras economías europeas. Pero el fuerte despliegue de las renovables, que ha convertido a nuestro país en una de las grandes potencias mundiales en energías limpias, podría revertir esta situación.

Francia quiere proteger los precios de sus nucleares con contratos por diferencia, lo que de hecho supondría que el Gobierno- hay que recordar que el 100% de EDF es propiedad del Estado- fijaría los precios. Alemania se ha negado hasta ahora porque su industria perdería competitividad, pero se ha asegurado de que sea la Comisión Europea la que finalmente apruebe los futuros contratos.

Alemania se benefició durante años del gas a bajo precio que recibía de Rusia, y Francia vino marcando los precios en el mercado marginalista, con sus 59 centrales nucleares, porque era la energía más barata. Sin embargo, ahora España podría tomar el relevo porque la fotovoltaica y eólica son más competitivas. El acuerdo alcanzado el martes en Luxemburgo complica mucho esta opción.

A pesar de todo, la Asociación de Empresas Eléctricas (Aelec) saludó ayer positivamente el acuerdo porque apuesta por la contratación de energía a largo plazo en Europa. También reclama la eliminación de las medidas intervencionistas en el mercado, que son negativas para la inversión y para los consumidores.

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